"En el caminar de la vida muchas cosas quedan atrás, lágrimas sonrisas lo importante será haberlas vivido".La frase, con la que comencé esta entrada, me la compartió mi papá. En esta semana las cosas no salieron bien en casa... Se fue MAILI, nuestra perrita de 3 meses, el virus del moquillo se la llevó (una enfermedad de m...).
Así como llegó pronto, al poco tiempo de comenzar nuestro hogar, más rápido se fue. Apenas descubrimos que estaba enferma, comenzamos el tratamiento, mi esposa Rosa fue quien la cuidó todo el día con mucho esfuerzo, pero en veinte días vimos que el virus no paraba y llegó a su cabecita; comenzaron los temblequeos y problemas en sus ojitos. A la cuarta o quinta vez que fue a la veterinaria, ya volvió sin vida. Nuestra hermosa chiquita no se pudo resistir a esa porquería, ya no había fuerzas, se terminó. Volvió a casa en una de sus varias cuchitas, ahí estuvo hasta la noche; aproximadamente eran la 23:30 hs. cuando la llevamos a un parque cerca de casa, allí quedó en un posito, pero sobre todo en nuestros corazones, aunque fueron 3 meses, que parece poco tiempo, pero nos compró el corazón a todos los que la conocimos.
Hay gente que no entiende el dolor por la pérdida de una perra (MAILI CON MAYÚSCULAS), pero sí lo entiende Dios, sí compartimos el dolor en familia; y creo que es bueno sentir el dolor, porque nuestra pequeña era parte de nuestro hogar, lástima que estuvo tan poco tiempo, aunque parece que hubiese estado con nosotros toda la vida. Y así va a ser, NUNCA TE VAMOS A OLVIDAR MAILI, TE AMAMOS, GRACIAS POR TODAS TUS ALEGRIAS EN CASA. TE EXTRAÑAMOS, SIEMPRE ME VOY A ACORDAR DE VOS.
En mi mano izquierda guardo para siempre la marca de tus hermosos dientitos.
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